María Esther León de Davis - Considerada una de las mejores modistas de Alta Costura de nuestra ciudad de la década del 60 hasta la del 90.

    Author: Museo Kakel Huincul Genre: »
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                                  MARÍA ESTHER LEÓN DE DAVIS

    María Esther León, más conocida como “la Negrita”, nació en la ciudad de Maipú el 11 de noviembre de 1932, sus padres la “Ñata” Otero y Armando León, una familia trabajadora, que supo tener un negocio de verduras y Don Armando, trabajaba en el campo. Ella y su hermano al que muchos conocemos, Federico León “el Negro”, profesor de Literatura, se criaron en la tranquilidad y apacible rutina de su vida.
    La negrita, era muy buena dibujando y pintando cuadros y en su juventud demostró tener afición por la costura e interés por la moda, una mujer elegante, joven  y con muchas ganas de forjarse su futuro en ese mundo; un mundo todavía desconocido para ella, lo cual decide aprender costura junto a otras modistas conocidas de aquel entonces en Maipú, no podemos precisar el nombre de ellas pero sí su apellido la Sra. de Gamberini y luego se perfeccionó en Alta Costura con una modista cuyo apellido se estima que fue Rech, quien con el tiempo  hizo su vestido de novia.
    Poco tardó en cumplir su sueño, el de tener una familia, cuando en el año 1961 se casa con Raúl Davis un ferroviario proveniente de la ciudad de Ayacucho, compraron su casa y tuvieron dos hijas Verónica y Laura. Ella trabajó en la confección de ramos y tocados de novia para un negocio llamado “Casa Torres” de la ciudad de Buenos Aires, quienes le pedían en cantidad, ella los hacía y su esposo se encargaba de hacerlos llegar ya que viajaba constantemente en el tren por su trabajo. Pero poco tiempo después la fatalidad llegó a su vida, Raúl, su esposo, tiene un accidente ferroviario al que le cuesta la vida a sus 33 años, sus hijas eran muy pequeñas Vero tenía 3 años y Laura 3 meses.
    Ella ante tanta desolación, debió tomar una decisión, la de trabajar para poder mantener a sus hijas y su casa, y así comienza a cumplir su deseo, el de ser modista de Alta Costura, de a poco fue dándose a conocer y adquiriendo fama por los hermosos vestidos de fiesta, comunión y trajes que confeccionaba con mucho amor y dedicación. Se destacaba por su prolijidad y buen gusto, de a poco fue inclinándose por la confección de vestidos de novia… sus predilectos. Para ello se necesitaba tiempo, dedicación, buen gusto y sí que lo tuvo!, pronto se hizo la modista  que hacía los vestidos más hermosos que hayamos visto y muchas maipuenses tuvieron el privilegio de tener uno confeccionado por ella.


    La elección del vestido
    La negrita compraba las revistas Vogue, que tenían lo último de Europa sobre vestidos de novia, según el estilo y contextura física de la novia, podía recomendar tal o cual vestido, ella sabía todos los tips para encontrar el vestido acorde para su clienta. Una de las características que implementaba era el de  tomar ciertas partes de distintos vestidos, nunca era igual al de la revista, en realidad hacía sus propios diseños, confeccionaba padrones que eran adaptables a los distintos cuerpos de las novias. Algunas de las telas que utilizaba eran los tules, gasa, organza, chifón, encaje, satén, raso, brocado.
    También se destacaba en la confección de ramos  y tocados de novias con flores naturales o artificiales según el pedido de la interesada, además tenía la habilidad de realizar capelinas para novias y madrinas con distintas telas, colores y adornos.


    El día de la boda
    Un día especial y significativo para la novia, además de las emociones y los nervios de los preparativos, la negrita se ocupaba de que su gran día fuese lo más relajado posible y sin contratiempos. Ella tenía un protocolo establecido para las horas previas al casamiento, con un fin y una premisa “la novia  debería pasar su día desde que se levanta hasta el momento de la ceremonia, lo más relajada y feliz posible, nada tenía que arruinar su día” y de eso se ocupaba la negrita.
    Su casa se convertía en una especie de spa nupcial (si es que existe) pero yo, personalmente puedo decir que sí, lo viví y era maravilloso verla cuidar de cada detalle y de que nada saliera mal para ese día tan especial.
    Su clienta llegaba después del almuerzo y dormía una siesta reparadora y muy tranquila, luego se duchaba y empezaban los preparativos, sus hijas Vero y Laura colaboraban con los peinados  y make up, estos servicios dependía de los requerimientos de la novia, y así se ponía el equipo en acción haciendo todo para que  la novia luzca radiante.
    Ya vestida y cuidando cada detalle, ramo, tocado, peinado, venía el padrino de la novia y les enseñaba a caminar despacio, con pasos firmes y cortos, para que no se enganchase con el vestido y pudiera surgir algún contratiempo, luego… el fotógrafo, quien de las que se hizo el vestido de novia no se sacó una foto en el hogar a leña de su casa??…Era un clásico.
    Y cuando estaba todo perfecto y el auto esperando llevarla a la iglesia, todo el vecindario estaba en la puerta para ver salir a la novia y aplaudíamos aquella verdadera reina, porque así se la veía!
    Ella acompañaba a la novia para supervisar que todo esté en orden, siempre estiraba la larga cola del vestido para que pudiera lucirse y todo no terminaba ahí, sino que seguía durante la fiesta cuidando de cada detalle y ahí sí, a altas horas de la noche culminaba su trabajo, volviendo a casa satisfecha de una noche impecable.
    Y así les contamos la historia de una mujer luchadora, que le hizo frente a la vida con muchos tropiezos, pero siguió adelante a pesar de todo, con sus defectos y virtudes y su vocecita  tan dulce y amable que no trasmitía fortaleza, pero por dentro fuerte como un roble.
    Desde el Museo Kakel Huincul queremos hacerle llegar nuestro reconocimiento, darle las gracias por su labor y dedicación y por dejarnos tan hermosos recuerdos de aquel tiempo pasado.


    GRACIAS NEGRITA!!
    Agradecemos la colaboración de sus hijas Verónica y Laura Davis, su hermano el Negro León y su sobrino Pablo León quienes nos facilitaron material.

    El Museo Kakel Huincul tiene en resguardo las fotografías de los trabajos realizados por "la negrita" que fueron donadas por sus hijas Veronica y Laura Davis.


    María Esther León y Raúl Davis

    En este enlace o QR encontrarás la muestra virtual  realizada en Facebook
    Aquí encontrarás un dossier con fotografías de sus trabajos

    Compilación : Nancy Gramigna


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