Luis
Mezzadra.
Biografía:
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El artista Luis Mezzadra, con ondas raíces maipuenses, trabajando en su taller. |
Luis Mezzadra nació en el barrio del Dock Sud (el Doque)
Avellaneda.
Luego de una penosa enfermedad murió el 3 de agosto de
1988.
Su trayectoria comienza muy temprano mientras trabajaba y
aprendía a pintar con el maestro de origen ruso, profesor Amethov. Como todo
muchacho le gustaba el fútbol, llegando a jugar en la primera división del club
de sus amores Esportivo Dock Sud.
En 1933 rinde examen e ingresa en la Academia de Bellas Artes
de la Nación ,
por ese entonces surgen otras obligaciones que el joven dibujante, aspirante a
pintor, debe afrontar y ellas fueron por un lado la necesidad de ayudar
económicamente a su familia y la segunda para seguir alimentando a su espíritu
inquieto la de proseguir paralelamente costeándose sus estudios de dibujo y
pintura y a fe que lo consiguiera, no sin grandes sacrificios. Por esos años
tuvo la fortuna de comenzar a ganarse el sustento de la vida en algo que a
Mazzadra le agradaba sobremanera, nada mas ni nada menos que en un taller de
decoraciones cinematográficas, allí llega a conocer un gran maestro del arte
pictórico que dejaría una profunda huella en el manejo del color y de la forma:
el Profesor de nacionalidad rusa, Don Elías Amethov.
Con el paso de los años se independiza de este y entra a
trabajar en la empresa “Eureka Publicidad” donde al cabo de varios años de
trabajo llega a ocupar el cargo de director de arte de la misma.
Estas alternativas no hacían mas que reflejar realmente,
una fiel demostración de sus promisorias dotes, no solo como dibujante, sino
como un experto en el dominio del arte del color, de la luz, las perspectivas,
sus diversos planos y la profundidad. Todo ese gran bagaje de arte le ha
servido técnica y artísticamente, para emprender con toda seguridad el futuro
en los años por venir, como fuente inspiradora e inagotable de sus grandes
inquietudes plásticas, las cuales de alguna manera se irían reflejando gradual
y sistemáticamente, en el desarrollo armonioso de la belleza en su hermosa
temática “Campo y Suburbio”.
Corría el año 1950 cuando en su taller recibe la visita de
gente que le propone la creación de una pintura “gigante” del general San
Martín, en conmemoración del centenario del paso a la inmortalidad del prócer.
Pintura que el artista encara con fervor y es así que una vez terminada se
convierte en la primera obra realizada en el país del prócer que tenía 10 mts
de alto por 7 de ancho, causando conmoción cuando fue expuesta en una esquina
céntrica de Bs.As. como lo es Florida y Cangallo.
Por su taller comenzaron a desfilar retratos de grandes
actores de la época como lo fueron Luis Sandrini y Hugo del Carril cuyas
figuras resaltaban en las marquesinas de los teatros donde actuaban, grandes
empresas de cine lo contrataron en forma exclusiva como Argentina Sono Film,
Estudios Mapol, Lumiton, Artistas Argentinos Asociados y muchos sellos mas tan
prestigiosos como los nombrados.
En el año 1965 emprende una nueva etapa de su vida
artística, lo hace abrazando una línea de la escuela Figurativa,
en una muy difícil, como delicada temática que domina con todo fundamento:
“Campo y Suburbio”, es decir pintar los rostros recios, curtidos del gaucho,
del peón de campo, del domador. En una palabra, toda la gama de la tradición
criolla, por una parte, por la otra, al piberío porteño, a los célebres
“cebollitas”, con sus picardías, sus ingeniosas travesuras, sus juegos... sus
estudios, por lo general procedentes de los barrios suburbanos. Así es que
nacen; Esperando el Pucho, La rabona, Pescando en la Salita , etc.
Siempre sería oportuno poner de relieve la gran obra
donativa que a lo largo de su vida artística ha llegado a realizar, toda la
ciudad de Avellaneda a través de sus Sociedades de Fomento, colegios y demás
instituciones recibieron alguna de sus obras.
Otras donaciones muy importantes las realizó al Centro
Maipuense, de la ciudad sureña de Maipú, en la provincia de Buenos Aires.
Ese hermoso lugar, fue también fuente inspiradora de muchos
de los paisanos pintados magistralmente por Luis Mezzadra, con ella, muchas
entidades de ese gaucho rincón provinciano guardan como un real tesoro, sus
hermosas donaciones, que a su vez fueron correspondidas con muchas plaquetas,
pergaminos y hasta una magnífica “marca de ganado”. En esta ciudad es nombrado socio honorario
del Rotary Club de Maipú, para quien en el festejo de sus Bodas de Plata dona
un cuadro de su fundador el Dr. Raúl Harris y que fue expuesto en el Club
Atlético de esa localidad.
En los años posteriores diversos intendentes municipales de
la mencionada ciudad de Maipú han conocido a fondo y participaron de la gran
obra cultural que Luis Mezzadra obsequiara con el corazón generoso de siempre y
que lucen en las paredes de numerosas instituciones tales como los colegios;
Instituto Mauro Golé (retrato gigante del sacerdote Mauro Golé), escuela Nº
10 (José Manuel Estrada), escuela Nº 1
(retrato gigante de Domingo F Sarmiento, escuela de Yamahuida, Ateneo Popular Dr. Mario Monti, con el cariño
y beneplácito de la bella ciudad de Maipú.
Contrae matrimonio con Norma Haydee Martínez (Nenecha), su
fiel compañera a lo largo de su vida, de ese matrimonio nace una hija, María
Elena quién con el correr de los años se casará con Jorge Iraola dándole cuatro
nietos que fueron la alegría y el buen pasar de los abuelos y sobre todo de la
bisabuela, madre de Mezzadra la señora Elena Di Gerardi.
Sus obras comienzan a exponerse en las principales galerías
de Sarandí, Dock Sud y Avellaneda.
En el sesquicentenario de la Independencia Argentina ,
y en homenaje a esa fecha patria, se levantó con su intervención y dirección,
la “Casa de Tucumán” telón impresionante de 15 mts. de ancho por 6 de alto y
con ocho figuras, cuatro en cada extremo con la efigie de otros tantos próceres
de 3 mts. de alto por 1,50 de ancho, mereciendo esta obra la visita de
constantes delegaciones de personalidades las que quedaban impactadas ante
semejante obra, tal es el caso de la Comisión Municipal
de Festejos de Avellaneda quién consideró oportuno otorgar un valioso galardón
a la entidad fomentista que contribuía tan patriótica como brillantemente a los
citados festejos julianos.
Y así con hechos muy apretados, con toda la mayor sencillez
posible, se fueron relatando episodios, de toda una larga vida dedicada por entero
al arte plástico, con su temática de carácter figurativa, muy difícil de
encarar, pero su gran oficio y profundidad creativa lo colocan entre los
grandes de la plástica nacional, todo lo cual reviste un gran orgullo para los
argentinos y en modo especial, un legítimo e idéntico orgullo localista, y
sobre todas las cosas, un orgullo genuino para todos los habitantes que
componen nuestra querida ciudad de Sarandí.
Tuvo chispa y
creatividad, y sobre todo: bondad, generosidad y un desprendimiento tal para donar
cuadros enmarcados, de su producción.
El recuerdo de sus amigos:
“...pero fueron
las expresiones lo mas original de tu estatura pictórica; las expresiones de
los ojos y de las manos. Ellas tuvieron el sesgo taciturno de tu propia mirada,
las mismas mansedumbres de tus dedos y tus palmas.
En la mirada
bonhomía, en tus dígitos la dádiva.”
Dr. Dante Emmanuel
“..como artista
siempre me impresionó la fuerza y la expresividad de su dibujo, su color tan
personal, su capacidad de trabajo, su acendrada vocación artística..”
Dr. Juan J. García Pérez
“... Luis Mezzadra elige sus
temas en la vida cotidiana. Los rostros, los cuerpos, las miradas, los llantos,
la humildad y la sencillez muchas veces daban testimonios de seres descubiertos
en un instante original de sus vidas. La serie de chicos de la calle, del
barrio o nuestra cercana cotidianeidad, era impactos emocionales para el
espectador, fulminantes cañonazos a la sensibilidad del observador, y ello
ponía al descubierto el arte de elaborar, solo con pincel y materia, imágenes
de tal cargamento emotivo. De igual
manera sus escenas de campo, sus paisanos, sus motivos de nuestra historia
gaucha, están impregnados de esa condición de revelador inquietante y preciso,
sin distorsiones que dificulten la apropiación de su obra.”
Antonio J. González
“... estuvimos
unidos en el trabajo de la cultura de manera unánime, es mas con amor y
humildad que él supo tenerla en grado sumo, pues si se piensa cuanto dio a la
comunidad, con sus donaciones, sea en lo que concierne a su paleta pictórica,
que de otras maneras. El, lo daba todo... Recuerdo cuando fuimos a su ciudad
natal, Maipú (provincia de Bs.As.), ya que se cumplía un siglo de su fundación,
y allí, en su iglesia, tuve la satisfacción de dirigir un concierto sinfónico
coral de inolvidable emoción, donde Luisito estuvo lleno de felicidad...”
José Rodríguez Faure
“... Luis
Mezzadra fue realmente un maestro del retrato y del color. Su camino en el arte
se identificó con la firmeza, la consecuencia en seguir siempre una misma meta,
avalada por el oficio y la personalidad de una técnica. En toda su trayectoria
artística se manifestó interesado componer una imagen accesible pensando
primordialmente en la comunicación directa con una mayoría.
Aunque se supone
que quienes han sido pródigos en la entrega parten sin mas ambición o deseo que
su obra haya contribuido al bien del semejante. Recuerdo que tiempo antes...
Mezzadra me había dicho:
“Me quedé largo rato mirando mis
herramientas de trabajo... y me alegró ver que el sol las iluminaba”.
Sí, seguramente
en esa mirada del adiós, estaba TODA LA PAZ DEL DEBER CUMPLIDO.”
Gioconda
de Zabatta
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(Biografía y comentarios extraídos del libro escrito por
Pascual Romano titulado Luis Mezzadra, con motivo del homenaje realizado
en su memoria el día 24 de noviembre de 1989)