Ruta Bartolomé
Mitre.
COMIENZA UNA
NUEVA ETAPA.
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Puente sobre el Canal 9 construido en 1912 al norte de Dolores en la vieja traza de la Ruta 2. |
En 1928 para comunicarse con algunas poblaciones había que cruzar
varias estancias. Era permitido hacerlo, se abrían las tranqueras y utilizando
una huella, casi siempre paralela a un alambre divisorio y tras sortear bajos y
pantanos, se podía acceder al camino polvoriento que llegaba a una esquina de
campo, en la que se levantaba un almacén de Ramos Generales con un anexo de
despacho de bebidas y quizás una precaria carnicería.
El tránsito terrestre de cargas se hacía en enormes carros con ruedas
de gran diámetro y tirado por una numerosa caballada con tropilla de relevo. El
ganado era arreado por reseros. Muy pocos automóviles con ruedas angostas, y
hasta macizas, capotas elevadas y radiadores expuestos se cruzaban con no mucha
frecuencia con hatos, rebaños y carruajes de caballos como sulkys, volantas,
etc.
Como todo funcionaba de acuerdo a primitivas necesidades, se mantenía
el lento y cansino sistema de transportes con mucha herencia colonial y las
cabalgatas individuales de patrones y de peones solitarios salvando distancias:
Solamente en las épocas de la yerra, de
subastas, de fiestas o de romerías, se veían con mayor frecuencia grupos de
jinetes.
Algunos que vislumbraron requerimientos de cambio clamaron por caminos
de piso firme, libres de aguazales y atascaderos. Una de esas voces fue la de
Rufino Inda, quién no dejó de peticionar la construcción de rutas compactas y
sólidas que unieran a las ciudades de la República.
Sus ideas, su espíritu y su propia letra están presentes en la
Ley Nacional de Vialidad a la que él mismo
llamara La Gran Ley
del Congreso Argentino. Pero, después, Don Rufino o se retiró a observar desde
lejos lo escrito y sancionado. No cedió nunca en propulsar una extensa red
caminera que uniera todo el país.
Las Rutas Nº 2 y Nº 11 son los más altos exponentes de sus esfuerzos e
inquietudes de comunicación terrestre urbana. También lo fue la del circuito
Mar y Sierras y la de pavimentación y arbolado de los caminos rurales.
Desde la Asociación
de Propaganda y Fomento de Mar del Plata, generadora de la futura Dirección de
Turismo y fundada en 1928, se habían hecho numerosas gestiones. Todos sabían
que con el auge automotor, cuando se construyera una cinta asfáltica para
facilitar el tránsito, el turismo de Buenos Aires a Mar del Plata se
acrecentaría notablemente.
También hubo total apoyo en los Municipios por donde
pasaría el camino. Sin embargo en las primeras tratativas no hubo
coincidencias. Que la ruta se pavimentara, eso sí, todos de acuerdo. Pero unos
proponían el trazado más directo (el que se pavimentó) y otros proponían el
camino de la costa, más largo aunque más pintoresco.
El 25 de Febrero de 1929, Rufino Inda envía una nota a la Asociación de
Propaganda en la que decía;
“…arraigó en mí definitivamente la convicción de
que es indispensable y urgente iniciar una agitación en el sentimiento de
obtener de los poderes públicos la sanción de una ley de construcción de un
camino pavimentado que una a la gran Capital Federal y a la Capital de la Provincia con el
balneario de Mar del Plata…” agregado; “ … que tal ruta debía pasar por todos
lo importantes pueblos de la línea que son servidos por el camino existente en
forma precaria e insegura que puede proporcionar una carretera natural que
atraviesa zonas de una conformación irresistente a las primeras lluvias
invernales…”
Su amplia mirada le permitió advertir la necesidad de alentar el
turismo interno, disminuir la elección de playas extranjeras, pensar en los
beneficios de la habilitación de un desembarcadero para operaciones de ultramar
el Puerto de Mar del Plata.
Notable duplicación que de modo elocuente ya demostraba cuanto
significaría la Ruta
2 en el futuro turístico de Mar del Plata.
En el mes de abril de 1929, fue elevado a la presidencia de la República , ejercida por
el Dr. Hipólito Irigoyen un memorial fundamentado en el cual se pedía la pronta
sanción de una ley que dispusiera la pavimentación del camino de Buenos Aires a
Mar del Plata. Otro memorial de igual contenido fue dirigido al gobernador de la Provincia Dr. Valentín Vergara.
“…No pensarlo así es colocarnos en una evidente inferioridad ante
nuestro vecinos que pujan por arrebatarnos el turismo y concurrencia de
veraneantes a pesar de que nuestro océano de infinitas bondades, es el
verdadero lugar de salud: Ellos no estiman esfuerzos y viven embelleciendo sus
países con hermosas carreteras pavimentadas, para atraer nuestro turismo,
llegando en ese afán hasta la gran obra de construcción del camino pavimentado
de Montevideo a Colonia, haciendo la travesía del río ferry-boats que
conducirán hasta treinta automóviles por viaje…”.
Finalmente el proyecto se hizo realidad. El 23 de Enero de 1938 fue
inaugurado el primer tramo de la Ruta N º 2,
y el segundo tramo de la misma desde Dolores hasta Mar del Plata fue inaugurado
el 5 de Octubre de 1938, fecha instituida como Día del Camino en 1935 por el
Primer Congreso de Panamericano de Carreteras celebrado en Buenos Aires.
Tres banderas argentinas de un lado y tres del otro. Un improvisado
arco de ramas donde se mezclan eucaliptos y pinos, cruza de una banquina a la
otra. Unas quinientas personas entre las que sobresalen escolares, esperan
ansiosas el momento. Se acerca el automóvil donde viaja el Gobernador Manuel
Fresco y tras él, en otros vehículos, ministros de su gabinete, entre ellos
Eduardo Scheggía, Intendente de Dolores y José Camusso Jefe Comunal de Mar del
Plata.
Los automóviles cruzan la línea divisoria y así queda inaugurada la Ruta Bartolomé Mitre que, tal
vez por comodidad, se haría famosa como la Ruta 2.
(Revista Favacard – La
Ciudad y su Gente – Mar del Plata – 2002)