Reportajes olvidados.
Gregorio Varela.
Nuestro reportaje de hoy cuenta con la entrevista a un hombre que hace
más de cincuenta años practicó atletismo en nuestro medio y en la Capital Federal. Por cierto que
su nombre no tuvo resonancia, apenas unos triunfos en Buenos Aires y otros
tantos en Maipú, sirven como tarjeta de presentación.
Aquellos años eran muy
difíciles para cualquier deportista, por eso y como premio a tantos sacrificios
nosotros queremos agradecer en parte lo hecho por él. Vamos al diálogo.
Gregorio Varela de setenta años, los cumplirá próximamente. Nacido en
Maipú tiene cuatro hijos, uno de ellos conoce el halago del aplauso, ya que
representó en varias oportunidades a Maipú corriendo automóviles.
P: ¿En qué año comenzó a correr?
G.V: Fue allá por el
año 1917, en una maratón organizada por un diario capitalino.
P: ¿Cuéntenos cómo le fue?
G.V: Yo no tenía
absolutamente nada, ni siquiera zapatillas, para esa carrera, me compré un par
de alpargatas… y…. Así me fue, me sacaron unas ampollas bárbaras que me obligaron
a abandonar, la experiencia me sirvió de mucho. Al año siguiente volví otra vez
y pude clasificarme entre los catorce primeros. Aquí en Maipú, hice mi
presentación en el año 1919.
P: ¿En qué año comenzó a practicarse el atletismo en nuestro medio?
G.V: Yo conocí a un
muchacho llamado Otamendi, que muchos años antes de eso había practicado ese
deporte, un velocista muy bueno, creo que se llamaba Ricardo.
P: ¿En qué otra oportunidad se presentó a correr?
G.V: En Dolores, Las
Armas y posteriormente en Maipú, en el año 1924. Recuerdo que en una
oportunidad me hicieron correr por plata y perdí. Para esa competencia me
fabriqué unas zapatillas de badana o algo parecido, que tampoco me dieron
resultado, pues con la transpiración del pie, me resbalaba continuamente.
También corrí en el Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires ganando una serie
de doscientos metros. En esa oportunidad estuvo presente el presidente de la Nación que era Alvear. Fue
en 1924. Siempre corrí en forma particular, sin representar a ninguna
Institución. También gané en salto en largo sin impulso, salto en alto y salí
segundo en la final de doscientos metros. Eso fue aquí en Maipú.
P: Cuéntenos alguna anécdota de su carrera deportiva.
G.V: Sí, fui a
correr una maratón a Buenos Aires y al llegar a la pista de Club Gimnasia me pasó un corredor, faltando cincuenta
metros le desconté los diez metros que me llevaba y alcance a ganarle sobre la
raya. Recuerdo que la gente me aplaudía mucho, por esta acción. En esa
oportunidad representaba a Sport Club Jorge Newbery de Buenos Aires.
P: ¿Cuál fue el mejor tiempo suyo en los cien metro?
G.V: No recuerdo
bien, pero creo que once segundos cuatro quintos. En salto en largo sin impulso
logré tres metros ochenta centímetros.
P: ¿Cuál fue su ídolo?
G.V: Ángel
Entrecasa, un corredor de medio fondo, muy bueno.
P: ¿En qué año abandonó usted la práctica?
G.V: En el año 1929.
Seguí practicando hasta los treinta y cinco años, más o menos.
P: ¿Siempre le gustó el atletismo?
G.V: Sí, siempre
estoy al tanto y me gusta leer las revistas deportivas.
P: ¿A usted le agrada que su hijo corra en automóviles?
G.V: Me gusta todo
lo que sea velocidad. Yo también supe correr en bicicleta en alguna
oportunidad. Fue cuando corrían los Passini. Pero más que todo me gusta el
atletismo, considero que es un deporte de mucho sacrificio. Yo digo, “deporte pobre.”
P: ¿En Maipú, quién le ganaba a usted en aquellas épocas?
G.V: Paco Sosa.
P: ¿Qué otros corredores corrían aquí en esos años?
G.V: Quinteros,
Laportilla, Chiaramondía.
P: ¿De que trabajó toda la vida?
G.V: Fui oficial de
herrería, siempre trabajé en el campo.
P: ¿El mejor recuerdo de su vida, fuera del deportivo?
G.V: Fue allá por
1910 cuando se festejó los cien años de la Declaración de la
independencia. Se corrió carreras de sortijas en bicicletas, hubo unos desfiles muy lindos.
La Banda
recorriendo la ciudad, fue todo un acontecimiento.
Nos despedimos agradeciendo las atenciones de la familia Varela,
amantes de la velocidad.
(Diario Aquí Maipú – 1968)