Agrupación
Impulso de Bellas Artes de Ayacucho. Provincia de Buenos Aires
Premios
en los Concursos Literarios Nacionales años 1986 y 1987
Año 1986 – Primer
premio Narrativa
Una carta a la Escolástica
Por Beatriz Angélica Viglietti.
"Maipú: 20 de Abril de
1884.
Señorita:
Escolástica Reynoso
El
Tordillo
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Apreciada
y recordada prima:
Aprovecho el
viaje de la galera de mañana para escribirle esta carta con noticias de toda la
familia y pedirle si puede venir en Julio, así nos ayuda a ·”enyenar” como
otros años en la carneada y cristianar la nena que nació el 17 de marzo y que
llevará si nombre como madrina y el de la comadrona que me atendió. El padrino
será nuestro vecino Don Zoilo que me la había encargado y no se puede
despreciar. Nosotros hubiéramos querido a Eufrasio, mi cuñado, pero le
prometimos el próximo, si Dios quiere.
Como sabrá por la
Patrona , tuve mellizos, El parto fue bueno, pero el varoncito
nació muy débil, y a los diez días y a pesar de haberlo visto el médico y la
curandera, se nos fue. Le hicimos un buen velorio al pobre angelito, con música
y juegos por tres días para que del cielo nos proteja y después se lo pasamos
un día al Pancho y la Josefa
que iban a ser los padrinos. Me cuesta mucho resignarme a la pérdida de este
hijo. Es muy triste lo que nos pasó. Menos mal que nos queda la nenita.
Los chicos bien. El Juan anda todo el día por detrás del padre,
igualmente mi “entenadito” Roque que cumplió los ocho para nueve. Los otros se
lo pasan en la cocina, detrás de mí.
Paso a contestarle lo que me preguntó de Don Blas, al que quería ver por
sus verrugas. Ya volvió de Buenos Aires a donde lo habían llevado por 40 días.
El pobre estuvo en el manicomio porque el cura Vicario Don Francisco Rodríguez
Avillón le escribió al Comisario Alvarez, diciéndole que lo molestaba, se le
metía en la Iglesia ,
rezaba fuerte, asustaba a las señoras y decía que la Virgen le hacía señas, le
hablaba, le guiñaba el ojo y movía las manos.
Para mejor, el Domingo, en la
Misa , Dios lo perdone, se subió al altar mayor cuando el Sr.
Cura estaba en el confesionario, tiró los mejores floreros al suelo diciendo
que el demonio estaba dentro de ellos y los partió en mil pedazos. Estaba allí Don
Francisco Madero y su hermano el Juez de Paz, Don Alejandro Madero y lo oyeron
que a gritos decía: Cura vil, canalla, que no enciende las velas cuando entro
yo que soy San Blas.
El Oficial de Policía Guerra le
ordenó que se retirara y se fue a gritar a la Plaza y de allí a su casa donde tocó y tocó la
campana hasta el cansancio para después seguir a la Estación y allí vociferar contra el pobre Cura.
Ha vuelto más
tranquilo. Dicen que los doctores de Buenos Aires le enchufaron la corriente
ara domarle los nervios.
Sigue en su rancho atendiendo a los enfermos como siempre. Así que cuando
la vamos a acompañar para que la cure. Como no da de tomar y cura con palabras
no hay que tenerle desconfianza. No le cobra a nadie. Solamente recibe velas y
regalos. No se preocupe por esto. Nosotros tenemos buenos pollos, cruza de riña
y colorados y le daremos una yunta para que le lleve.
Espero
noticias para saber si viene y organizar el bautismo. Vamos a hacer una
comilona con la factura del chancho, asado con cuero y pasteles. Prometió venir
Don Braulio con la “acordeona” y habrá jugada de taba.
Se despide
con saludos al tío, la tía, los muchachos y de Usted quién la recuerda, la
aprecia y es su prima y futura comadre.
S.S.S.
Rosaura R. de Aguirre
PD.
No se olvide de traerme el retrato que me prometió.
Nota
del Autor:
Datos reales obtenidos del archivo del Museo de Maipú.
(Publicado
por A.I.B.A. Agrupación de Impulso de Bellas Artes de Ayacucho – Edición
Auspiciada por la Dirección
de Cultura y Educación de la
Municipalidad de Ayacucho- Cuentos y Poemas; Premiados en los
Concursos Literarios Nacionales de los años 1986 y 1987)