COSAS DEL NEGRO BLANES.
Por Jorge Blanes.
Alberto Fulco "La pantera", en una foto del año 1952, en
el esplendor de su carrera boxística.
Lo
llamaban “La Pantera”, era delgado y alto. Lo que le daba en la proporción
lógica de su cuerpo, un buen alcance de brazos. Era del deporte que lo
encierran en un cuadrado de sogas, y al decir de Bonavena, lo dejan solo y
hasta le sacan el banquito.
El
deporte cuestionado de los guantes. Donde se necesita coraje y bravura para
arremeter contra el oponente, La Pantera subió al ring en setenta y siete
oportunidades, en sesenta y cuatro de ellas salió vencedor, en nueve empató y
en cuatro perdió. Fue profesional. En su momento fue nuestro ídolo, nuestro
candidato. El pollo del pueblo.
Pero el tiempo pasa inexorablemente, para todos, Hoy lo veo, no caminando sobre
un cuadrilátero, sino por las calles de nuestro pueblo, con la misma seriedad
que traía en el regreso de aquella noche que perdió su última pelea con Catano
Ferreyra en Dolores.
Con
aquella misma seriedad que “La Pantera” Alberto Fulco me consolaba cuando se me
caían las lágrimas sentado a su lado.
(Maipú;
noviembre de 2005)
(Artículo extraído del periódico “Otras
Voces” de nuestra ciudad.)